En la 8.452.372.737.538º manifestación, como de costumbre sobresalían
por encima de las cabezas las pancartas y los carteles con lemas como «sí se puede» o «no hay pan para tanto chorizo».
Se recordaría la tienda de guillotinas de aquellos jóvenes
emprendedores como el único negocio de la historia que nunca logró vender un
solo producto.
Pero ¿y dónde está el señor que se saca el sombrero y el otro que aplaude sin cesar? ¡Los necesito!
ResponderEliminarExcelente, Sergio.
Abrazos!
Sí, faltan XD. Y la mujer que se desnuda clamando por "peace".
Eliminar¿Ves el título demasiado... raro, cutre?
Un abrazo.
hacen falta muchas guillotinas..
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