jueves, 16 de mayo de 2013

Nostalgia de la nostalgia


El verano terminó de forma tan brusca que se sospecharía que Dios había tenido algo que ver. De un día para otro se apagaron ventiladores y se sacó la ropa de invierno. No eran frío y lluvia pasajeros: el otoño se había presentado de improviso y con antelación.
Para él, el cambio supuso que el malestar de la entrepierna se le concentrara en la cabeza y en el pecho. De la hambruna sexual había pasado a esa carestía emocional tan intrínseca al otoño y a la certeza del suceder del tiempo y los años que pasan y no vuelven, y empezó a resentirse al percibir cuán solo se hallaba y cuánto necesitaba un cuerpo hermanado al suyo. La mascarada del verano quedó al descubierto.
No era un sentimiento nuevo, sucedía año tras año. Soñaba dormido e imaginaba despierto y se inventaba situaciones con todas las chicas que conocía y de las cuales se había enamorado, o las juntaba como si fueran piezas y creaba nuevas e idílicas mujeres. Dentro de la tristeza que suponía el conocimiento consciente de la inexistencia de aquellas invenciones, le era bien grato y le proporcionaba grandes dosis de felicidad.
La imagen que más colmaba sus pensamientos estaba formada por una habitación y una ventana con una cortina traslúcida. Reinaba un silencio absoluto y la brisa traía el frescor ansiado en verano y acariciaba los dos cuerpos abrazados que, rendidos ante la agradable morriña de aquella época del año, medio dormían dándose calor mutuo y profundo cariño. ¡Daría su vida y su tiempo por la realidad de un día idéntico!

El soñado llegó aquel mismo septiembre, de forma exacta a como lo había imaginado. Ella era más de lo que podría desear, el frescor que traía la brisa poseía la temperatura idónea y el silencio tenía el absoluto que buscaba. Debería ser tan dichoso como había esperado, pero hubo algo que lo echó a perder: faltaba la tristeza que daba sentido a toda la construcción. Por ello, tuvo nostalgia de la nostalgia que había perdido y deseó fervientemente que la realidad se convirtiera nuevamente en sueño.