Era un pueblo presumido de cultura y costumbres. Entre ellas, una muy arraigada consistía en no apartarse del trayecto coincidente con otro viandante. Hacerlo suponía un gesto de rechazo. Se depositaba en el Divino la confianza de que variara los aires para desviarlos los suficientes grados y evitar la colisión.
Con el paso del tiempo, la población llegó a ser tan numerosa que debía hacerse algo para impedir que la sociedad se sumiera en el caos. Se reunieron los poderosos y uno dijo:
—Coherencia, señores, coherencia; hay que volver a unos niveles demográficos coherentes.
La moción fue aprobada por unanimidad.
Jajajaja, ¡muy bueno!
ResponderEliminarSe te da bien la ironía, Sergio. Y muy bien el micorrelato, cosa difícil.
Besos
Gracias, Pepsi.
EliminarEsther ya me ha encontrado cosas para cambiar. Es la leche XD
Ahora, tras las correcciones, está mejor^^.
Excelente, que fino, y que burros somos a veces (muchas). Hoy es San Patricio y aquí la gente está como loca, en especial los no-irlandeses, que parece que tenemos que ser más orgullosos que nadie (y ellos lo saben y se aprovechan jajaja, hacen bien, aunque su sobredosis de "identidad" acaba cargando bastante). Luego, volveremos a nuestras ciudades, veremos iglesias cayéndose a trozos y pensaremos que a ver si alguien la tira. No es tan difícil encontrar el punto medio. En fin... ;P
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Jo, qué envidia, yo quiero estar allí ahora XD. ¡Disfruta!
EliminarSaludos^^.
P.D.: ¡Ya acabé el curso de dos años de Farmacia! El lunes empiezo prácticas, ¡pero no más estudiar a saco! Ahora me toca ponerme al día con todo y no dejarlo más de lado, así que en poquito espero estar por tu blog^^. Tengo MIL cosas que hacer, madre mía, vaya meses de exámenes sin parar...