domingo, 20 de noviembre de 2011

Las gaviotas en el campo de rosas

Hubo un lugar en el que la gente cultivaba rosas y nada más. Los jardines, los rosales, eran preciosos y aquello parecía el paraíso. Pero un día se dieron cuenta de que las flores no satisfacían sus necesidades, sino que empañaban sus ojos, y como niños rogaron un cambio que los salvara de la ilusión en que vivían.
Entonces llegaron las gaviotas para quedarse. Trasplantaron todos los rosales en un lugar elevado y allí hicieron su nido. Diríase que eran como cuervos que vigilaban un cementerio.

7 comentarios:

  1. Joder, Sergio, qué bueno. Como si nada, pim-pam, dos pinceladas. Ya lo dicen, ya, la ficción sirve para encontrar y explicar la verdad.
    Pedazo de estampa.
    Ahora vienen los tiempos de dectrazo y tiro por que me toca.
    Saludos.

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  2. Ahora vienen los tiempos mismos que antes, los del águila y el sombrero de copa XD. Bueno, serán un poquito peores, pero gaviotas o rosas dan igual...

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  3. Juer, que bofetada. Odio las gaviotas. Y esto, Irlanda, está lleno de cuervos, al menos donde yo vivo. Socorro.

    ¡Un abrazo!

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  4. XDDD

    No sé qué es peor, si cuervos o gaviotas, gaviotas muuuuy conservadoras XD

    Saludos^^.

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  5. Sergio, no sé si es una metáfora específica, con respecto a algo que desconozco por no vivir en España... Pero sea o no sea así, ¡es precioso!

    Cariños,
    Esther

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  6. Gracias, Esther. Sí que es una metáfora específica, mucho, además XD. Fácil de deducir desde aquí. No lo subí "allí" (tú ya sabes) por los tintes políticos, de la misma manera que relatos sobre toros o asuntos controvertidos tampoco.

    Me alegra que te guste, aunque es bastante simplón...

    ¡Un abrazo!

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