domingo, 8 de mayo de 2011

El sentido de la vida

Al nacer le auguraron un futuro brillante, que la fortuna le sonreiría. Cuatro años después, en mitad de su cumpleaños, abrió la puerta del dormitorio de sus padres y encontró a su padre jugando con la amiga de mamá. Contento porque el mundo fuera tan bonito y feliz, quiso expresarle sus sentimientos a su madre.
La fiesta se suspendió y se encontró, horas después, en casa de sus abuelitos con su mamá; no entendió nada. ¿Por qué lloraba? Pero no pasaba nada, le dijeron, que era aún muy pequeño para comprender. Y claro, pensó que tenían razón, pues si todo era tan feliz, tan alegre, la vida tan bella, ¿qué sentido tenía ponerse triste de repente?
Su padre se olvidó, de pronto, de que tenía un hijo.
Le dijeron, también, cuando su madre comenzó a salir mucho y regresar «rara», casi hablando con más dificultad que él y con un aliento desagradable, que todo se arreglaría; y cuando desembocó en una esquizofrenia, no supieron qué decirle. Encontraron una solución: llevarlo junto a su padre.
Años de olvido pasaron al olvido.
Todo fue, de nuevo, alegría; pero la fortuna era muy caprichosa, y rápidamente se dio cuenta de ello al recibir el primer manotazo. Dios le prometió que aquello pasaría, que habría tiempos mejores y que la felicidad exigía sacrificio y algo de penitencia.
Años más tarde, se escapó y regresó al regazo de su madre; pero ya no era lo mismo, y la gente se preocupó de recordárselo… y de apartarlos delicadamente de la gente sana. Protección oficial, le trataban de explicar, pero él no veía sino un vertedero de casas, casi chabolas, y de gente que le producía mucho miedo. No quería vivir allí. Le dieron palabras de consuelo, que estudiara, pero se olvidaron de decirle que para ello se requería dinero.
Cuando tuvo la oportunidad, la rechazó y se puso a trabajar. El hambre apretaba.
Tras unos primeros sueldos, resultó que el hambre seguía oprimiendo el estómago. Le conminaban a trabajar duro, que algún día lo ascenderían, y él se preguntaba que a dónde. Y se hartó.
Cuando en casa procuraba descansar, cuando el barullo y la mala convivencia se lo impedían, cuando el olor de la marihuana entraba por los resquicios de la ventana, mezclado con un ligero tufo a neumático quemado, pedos y suciedad, le pidieron calma, paciencia, que buscaban una solución a los problemas del barrio.
Al hacerlo trizas la depresión, le recordaron que había muchas cosas por las que luchar. Su madre no pensó lo mismo y puso punto final a una historia que se había alargado demasiado. Como fichas de dominó hábilmente dispuestas en fila india, cayeron por la desgana y la apatía sus abuelos. Por último, le dijeron que todavía poseía lo más importante: la vida; y de paso le encontraron solución a sus problemas de convivencia. No más ruido, no más amenazas, no más droga, le aseguraron.
Cuando les estrechó la mano y se vio de patitas en la calle, dio un giro de trescientos sesenta grados, lentamente, y con toda la objetividad que una mente agotada y un corazón hastiado le permitían, se preguntó cuál era el significado de la palabra «vida». Y finalmente tomó una resolución: descubrir el sentido de su vida.


10 comentarios:

  1. ¿No creéis que hay demasiada repetición de la palabra "cuando"? Pero no sé cómo escribirlo de otra manera, y el caso es que me gusta... y no me gusta. Algo raro.

    También veo algo raro en la narración. Tal como está escrito, con reflexiones del narrador como si él mismo fuera el personaje, pero en 3º persona... No sé, creo que algo estoy haciendo mal.

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  2. Es un relato bien siniestro, "realismo sucio", que dicen. Para mí es buenísimo, pero la temática no me atrae mucho, por lo "real" que es. Prefiero el Páramo, desde luego.
    Pero así tocas todos los palos, haces bien probando géneros :)

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  3. Carai, me has matado. Que historia tan buena y tan buen contada. Emociona. Esa literatura depurada, que se presenta objetiva, le sienta bien al tema. Creo que no hace falta dramatizar más este relato. El distanciamiento.
    Puf. Buenísimo.

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  4. Uf, demasiado desgracia en tan pocas palabras. Hace que se te encoja el corazón.

    Dos detalles (sé que te gusta que te los comenten, jejeje)
    Cuando dice que nunca más volvio a ver a su padre, cuando luego lo ve, quizás hubiera sido mejor decir, que no lo vio hasta años más tarde.
    Y luego una que es más profesional, por lo que a mi respecta, girar 360º es quedarse en el mismo sitio, sería más correcto decir girar 180º.

    Saludos

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  5. ANDREU

    A mí me gusta todo, y cualquier cosa me puede ayudar a escribir mejor. Escribir cosas más "normales" también puede ser bueno para Deus Ex Nuke, pues quién sabe si puede ayudarme a humanizar o hacer más realistas a los personajes^^.

    IGOR

    Gracias, tus palabras son un buen ánimo (y las de Andreu, claro) XD.


    Gracias a ambos, así dan ganas de escribir.

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  6. BOLZANO

    Vaya, pues me has pillado un buen error con lo del padre. Muchas gracias, ahora lo corregiré^^.

    Sobre el segundo apunte, no, está bien. Sí se queda en el mismo sitio. Lo que sucede es que, al encontrarse desprovisto de cualquier bien material y emocional (le quitan la casa, no tiene trabajo, familia...), recorre con la mirada todo lo que le rodea, su mundo, el mundo en que vivimos, porque no entiende nada. Por eso da el giro de 360º.

    Gracias por la corrección. Un abrazo^^.

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  7. Muy buen relato, Valls. Podría calcar las palabras de Igor pues encuentro el tono y el tema muy acertados. La ausencia de sentido como tormento final a una vida carente de raíces.

    Creo que el relato tiene el aire que acompaña bien a esa insustancialidad de la existencia. Bajo la óptica de la penalidad se refuerza mucho esa sinrazón, aunque en mi opinión se puede aplicar en muchos otros casos.

    Las voces que le aconsejan o alientan añaden un toque al relato óptimo para la reflexión.

    Saludos a todos

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  8. Me gusta, en especial la frase "Dios le prometió que aquello pasaría, que habría tiempos mejores y que la felicidad exigía sacrificio y algo de penitencia." Que flosofía tan lamentable...y que arraigada. Pero no se me ocurre final más feliz al relato. Bien hecho, chico.

    Duda, ¿en la primera frase no sería que la fortuna le sonreiría? Soy bastante malo con los y les, así que no me atrevo a decírtelo seguro...

    A mí no me molestan las repeticiones, me tomo cada párrafo como una foto fija de un momento, así que a través de ellas vemos pasar la historia.

    Un saludo :)

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  9. RAFAEL

    Gracias por tu comentario. Sí, creo que la narración respira algo de fría indiferencia; al menos, esa es mi intención, puesto que es como le ha tratado la vida al personaje. No quiero emocionar con el relato.

    Me han pedido que lo "deshumanice" aún más, y lo voy a intentar, porque me parece un gran ejercicio. También me han pedido que lo humanice más XD.

    Un abrazo.

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  10. EXPLORADOR

    Pues no tengo ni idea. Los leísmos y loísmos a mí también me tienen cruzado, no puedo con ellos XD. Sé que tiene algo que ver con los complementos indirectos y tal.

    Voy aguardando hasta que alguien me lo aclare, pero me lo apunto^^.

    Un saludo, y me alegra que te haya gustado.

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